Muchas veces, en nuestro transcurso educativo nos contaron, enseñaron y trabajaron con nosotros sobre nuestra historia Argentina.
A medida que íbamos creciendo íbamos dando cuenta que la historia iba cambiando y se iba haciendo cada vez mas dura, que los colonizadores no llegaban a nuevas tierras y saludaban con alegría, estrechando las manos con lo indígenas, llegando a sencillos y rápidos acuerdos, que muchas tierras en verdad no se descubrían, sino que se ocupaban cueste lo que cuesta, etc.
Cierto es que en los primeros niveles educativas, no podemos trabajar toda la verdadera historia en bruto, hay detalles que se deben omitir para cuando el niño comprenda y entienda mejor lo sucedido.
Pero también es cierto que no se debe mentir, decir e inventar hechos que en verdad no ocurrieron. No esta bueno crecer en bases falsas y desequilibradas.
Formemos e introduzcamos a los niños a la verdadera historia, a su propia historia desde los primeros niveles, trabajando desde lo simple y real, respondiendo también a sus dudas e interrogantes.
Y recordemos que la historia es una y es nuestra.